Castell 9000, un verdadero clásico entre los lápices, fue lanzado al mercado en 1905 por Alexander Graf von Faber-Castell. La calidad y la fina gradación de los grados de dureza la han convertido en la herramienta preferida de artistas y dibujantes por igual. Su plomo está totalmente pegado a la carcasa de madera, proporcionando una protección eficaz contra roturas. El Castell 9000 está disponible en 16 grados de dureza diferentes, lo que lo convierte en el lápiz perfecto para todas las aplicaciones técnicas y artísticas.
Con una unión de grafito sellada para resistir la rotura del punto, estos lápices están formulados exclusivamente y clasificados con precisión.